Abriremos esos cajones y transformaremos los sueños en logros.
Escucharemos buena música, cantaremos fuerte frente a nuestros cepillos de dientes y nos sentiremos estrellas.
Brindaremos por la amistad porque siempre ofrece el vaso medio lleno.
Daremos la razón a quienes piensan que estamos locos. Tienes que serlo al menos un poquito para aspirar al mundo que sueñas.
Aprenderemos a querernos como lo hace nuestro perro. Y para desafiarnos como lo hace nuestro gato.
Celebraremos cada hito en compañía porque dentro de cada éxito hay amigos sin filtros, abuelos que cuentan historias, madres que escuchan.
Usaremos cada agujero de nuestros oídos para escuchar a todas las personas que nos gustaría ser.
Ocultaremos grandes verdades en pequeños y brillantes detalles.
Nunca dejaremos de decirnos a nosotros mismos, un clic tras otro, un momento a la vez.